Gracias a una oferta gastronómica y de ocio complementaria a las actividades tradicionales de un casino, el espacio está adquiriendo cada vez más relevancia en la vida social de la ciudad y en Giménez Ganga nos sentimos parte de este éxito gracias a esta instalación que presentamos hoy.
Y es que, con el objetivo de aumentar el valor del edificio, ampliar sus instalaciones y fusionar su arquitectura tradicional con el toque vanguardista que siempre aportan las líneas rectas, se ha construido un espacio anexo al tinglado principal enmarcado por celosías R-100 iluminadas y cubierto por veintiuna pérgolas bioclimáticas. Este espacio, en cuyo techo se combinan lamas móviles y fijas, alberga uno de los mayores salones de slot del Mediterráneo.
Gracias a esta decisión, el Grupo Orenes ha creado un espacio híbrido que puede funcionar como terraza cuando la temperatura así lo permite y como espacio interior en los meses más fríos del año. De este modo, el área protegida por las pérgolas consigue cumplir con la función de espacio para fumadores cuando las lamas están abiertas, cumpliendo escrupulosamente lo dictado ley antitabaco española.
Además, gracias a la instalación de una red de sensores de viento, lluvia y temperatura, los empleados del Casino no tendrán que estar pendientes del comportamiento de las lamas, sino que estas actuarán de forma autónoma garantizando la comodidad térmica en el espacio.
Hace unos meses abrió sus puertas el Gran Casino de Castellón, reconvirtiendo un clásico tinglado portuario en uno de los espacios de juego más exclusivos de la Comunidad Valenciana.
Una comodidad térmica a la que se une añadir el confort visual para quienes están dentro del espacio, ya que la elección de un color RAL 9005 favorece que se integre a la perfección con la decoración oscura y elegante que el Grupo da a todos sus edificios.
Y si la pérgola, fabricada en aluminio extrusionado de la más alta calidad, es una solución de gran efectividad y cuidada estética, la instalación de un grupo de celosías fijas y verticales R-100 ancladas directamente sobre la pared del espacio con la mínima separación entre ellas aporta una visión única desde el exterior.
Gracias a la iluminación led que se ha instalado en la mayoría de ellas y a su longitud superior a los tres metros y medio, se consigue crear un juego de luces que simula la forma de las olas del mar y que impacta de forma notable a las miles de personas que disfrutan a diario del paseo.
De hecho, es habitual ver como quienes recorren por la noche el puerto de la Capital de la Plana, paran para fotografiarse junto a las celosías iluminadas.
Pero estos productos no solo tienen una función estética que dota a los espacios de una personalidad única, sino que también favorecen que el calor se refleje y disipe a la atmósfera, ayudando a que la temperatura en el interior de la estancia sea más fresca en los meses de verano.
Gracias a esta propiedad propia de los recubrimientos en forma de celosía, la empresa verá reducido el coste de climatización del espacio, ayudando así al ahorro y a la protección del medio ambiente.
Una idea original que demuestra que los sistemas de Giménez Ganga y Saxun combinan a la perfección con la creatividad de los arquitectos más ingeniosos para crear formas que quedarán grabadas en la retina de los ciudadanos para siempre.